Poema: ¿Y si se pone de moda?

¿Y si se pone de moda?

Una reflexión en forma de poema: ¿Y si se pone de moda no mentir, no juzgar, la alegría de ver a otro prosperar, la humildad y la amabilidad?

Poema: ¿Y si se pone de moda?

Las modas vienen y van.

En muchos ámbitos son cíclicas.

Vuelven modas en el vestir

y modas en aficiones

y modas en cuanto a ver tal o cual serie

o película o documental.

Hay lugares que se ponen de moda para vacacionar.

Restaurantes a los que le da a la gente por ir

y otros que caen en el olvido

sin que se pueda explicar a ciencia cierta

qué ley, química o conducta borreguil

lo hace caer o resurgir.


Hay expresiones de moda,

que no se entenderían bien

en otro momento de la historia.

Canciones de moda,

peinados y aspectos que se popularizan

en hombres y mujeres.

Tatuajes, pendientes, piercing,

pulseras, cadenas, pañuelos,

tocados, lo roto, lo gastado,

lo estrecho, lo ancho, lo que tapa

y lo que deja de tapar

(en el caso de las féminas) también.


Bebidas de moda,

golosinas que se dejan de producir

porque pasó la sensación.

Formas de bailar que son la moda.

Deportes, juguetes, actores, presentadores

y hasta tecnología que hoy causa euforia

y mañana sale a colación con un ¿te acuerdas?


Y yo me pregunto, ¿y si se pusiera de moda la fe?

Sí, la fe...

Algo tan “absurdo” como el creer

que detrás de lo que se ve,

de lo maravillosamente creado

sobre nuestros pies y bajo nuestros pies,

hay un porqué y hay un Quién

que lo ideó, lo diseñó y lo creó.

¿Qué tal si se pone de moda la adoración?

Me refiero a dar gracias al que nos da la vida

y todo lo bueno

y que nos perdona y ama

y dio a su Hijo para salvarnos.

No estaría de más,

a Él,

honrarle y adorarle,

y cantar sus salmos y aplaudirle...

En fin, celebrarle.


¿Y si la oración regresa al top de hábitos saludables?

Y en lugar de meditar en el universo abstracto

o en cualquier tontería,

meditamos en el libro de Dios, la Biblia,

que es bálsamo y que sana,

que aporta alegría.

 

¿Es demasiado descabellado imaginar

que vuelva a estar de moda

la fidelidad en el matrimonio,

el pacto para toda la vida,

la honra de hijos a padres,

la honestidad en el trabajo,

la cortesía en sociedad,

el respeto a la propiedad,

la protección de la vida del hombre

(desde su concepción hasta el último aliento),

la consideración a los mayores,

la atención a los profesores,

la caridad con el pobre

y la igualdad de oportunidad?

¿Y si se pone de moda el no mentir,

el no juzgar,

la alegría de ver a otro prosperar,

la humildad y la amabilidad?


Creo que deberían ser modas que llegan para quedarse.

Más populares que Internet,

más abundantes que el reguetón

y más admiradas que el Game of Thrones.

¿Y si creamos tendencia y hacemos

de nuestro estilo de vida una moda?

Piénsalo...

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