Una aspiración de cara al nuevo año
Todo en el reino de Dios tiene utilidad, sirve para algo, vive para otros, es de bendición o comporta un provecho, no solo para sí mismo, sino para otros. Así es con Dios mismo y este principio es aplicable a sus ángeles, a su creación natural y, por supuesto, a su pueblo en la Tierra. Si aún estamos aquí es para que su amor y bendición fluyan desde nuestras vidas a otras vidas.
Pero la pregunta que nos estamos haciendo en las dos últimas semanas es: ¿Cómo podemos ser de más bendición?
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