Nuevos Creyentes #3
EL SEÑORÍO DE CRISTO
EL SEÑORÍO DE CRISTO
Hoy en día se ha perdido mucho del sen do bíblico de la palabra ‘señor’. Tanto en la historia de la Humanidad como en el Nuevo Testamento la palabra señor se entendía dentro del contexto de esclavitud, es decir, de relaciones entre amos y siervos.
Hallábamos hombres con poder que tenían autoridad sobre otros hombres, de manera que la voluntad de sus siervos estaba sometida a su voluntad, porque eran de su posesión. O bien el señor los ganó en batallas, tratos o trueques; o bien los compró por precio; o quizás fueron siervos nacidos en la casa bajo esclavitud. Por lo tanto durante toda su vida le pertenecían al señor, ya fuera éste bueno y amable, o para su pesar, inmisericorde y desagradable. Su única forma de empezar una nueva vida era que consiguieran de alguna forma la libertad.
2_A DIOS SE LE LLAMA SEÑOR POR TODA LA BIBLIA
No simplemente como título respetuoso, sino en el sen do histórico y neotestamentario al que hacíamos referencia anteriormente.
En el Antiguo Testamento se u liza la palabra hebrea ‘Adonai’ y en el Nuevo Testamento la palabra griega ‘Kurios’ para llamar a Dios ‘Señor’. Con estos términos se reconoce a Dios como quien tiene todo el poder y la autoridad sobre la Creación (incluida la Humanidad) y la Historia. Todas las cosas le pertenecen y Él domina sobre ellas como el Soberano del Universo.
El propósito de esta enseñanza es que cada uno de nosotros confiese y haga a Jesucristo el Señor de su vida, y no solamente Salvador, entendiendo claramente la profundidad e implicaciones de esta decisión.
Romanos 10:8-12: Mas, ¿qué dice? CERCA DE TI ESTA LA PALABRA, EN TU BOCA Y EN TU CORAZON, es decir, la palabra de fe que predicamos(9) que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; (10) porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. (11) Pues la Escritura dice: TODO EL QUE CREE EN EL NO SERA AVERGONZADO. (12) Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invocan.
3_DIOS LE HA HECHO SEÑOR Y CRISTO
Hechos 2.36: Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Jesucristo era Señor de todo desde la eternidad. David lo reconoció proféticamente como el Señor cientos de años antes de la resurrección (Salmo 110:1). ¿Cómo dice pues aquí que el Padre le ha hecho Señor después de resucitarle?
Salmo 110:1: Salmo de David. Dice el SEÑOR a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
La clave para responder a esta cuestión está en entender la lucha de los siglos por el señorío de este planeta. El Dios Trino era el único Rey de la Tierra y le delegó su autoridad al hombre para que cuidara de su creación y estableciese su Reino. Podemos decir que el hombre y la mujer eran los príncipes de Dios en la Tierra para ejercer dominio y sojuzgar-la. El señorío del planeta estaba en el Señor y en sus representantes. Como dice el Salmo 8:3-9, Dios hizo al ser humano para señorear sobre la obra de sus manos y todo lo puso bajo sus pies.
Salmo 8:3-9: Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, (4) digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides? (5) ¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad! (6) Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto bajo sus pies: (7) ovejas y bueyes, todos ellos, y también las bestias del campo, (8) las aves de los cielos y los peces del mar, cuanto atraviesa las sendas de los mares. (9) ¡Oh SEÑOR, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la Tierra!
Pero cuando desobedecieron a Dios y fueron engañados por el Diablo cayeron en esclavitud y en muerte espiritual. Entonces ¿qué pasó con esa autoridad que Dios les delegó y que ya no podían ostentar? La tomó Satanás, usurpando el lugar en el que reinaba el hombre para hacerse el príncipe de este mundo y establecer en la Tierra su Reino de Tinieblas. Se convirtió en el Señor de este planeta, al menos momentáneamente.
4_JESUCRISTO RECUPERÓ EL SEÑORÍO
Jesucristo vino a deshacer las obras del Diablo y a recuperar el señorío que Adán había perdido. Se hizo hombre (un Segundo Adán), y como representante y cabeza de la Humanidad pagó el fracaso y la culpa del que me ó a los seres humanos y a la Creación en tan gran esclavitud (el primer Adán). Pero no sólo asumió la responsabilidad por el error de Adán (y de todos sus descendientes con él); Él tenía que recuperar para el Reino de Dios lo que se había perdido. Como hombre venció a Satanás y le despojó (Lucas 11:20-22). Él es ahora el dueño de todo; la máxima autoridad; el que está por encima de todo y su trono gobierna sobre el mundo.
Jesucristo vino a deshacer las obras del Diablo y a recuperar el señorío que Adán había perdido.
Lucas 11:20-22: Pero si yo por el dedo de Dios echó fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros. (21) Cuando un hombre fuerte, bien armado, custodia su palacio, sus bienes están seguros. (22) Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le quita todas sus armas en las cuales había confiado y distribuye su botín.
5_EL PADRE EXALTÓ A JESUCRISTO A SU DIESTRA DECLARÁNDOLE EL SEÑOR DE SEÑORES
Apocalipsis 11:15: El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos.
Filipenses 2:8-11: Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (9) Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, (10) para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la Tierra, y debajo de la Tierra, (11) y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
El Señorío de Cristo va creciendo y tomando posiciones, hasta que toda la Tierra sea llena de su gloria y esté por Él gobernada.
Apocalipsis 17:14: Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con Él son llamados, escogidos y fieles.
Apocalipsis19:16: Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Pero debemos entender que Satanás todavía está operando en este mundo y ene autoridad sobre todos los hombres que no reciben a Cristo como el Señor. Aunque está vencido, su juicio definitivo aún no ha llegado; y aunque su reino está pronto a desaparecer, allí donde todavía gobierna lleva a cabo su actividad maléfica sabiendo que le queda poco tiempo. Mientras tanto el Señorío de Cristo va creciendo y tomando posiciones, hasta que toda la erra sea llena de su gloria y esté por Él gobernada. Esta restauración se completará en su segunda venida.
Hebreos 1:5-11: Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: HIJO MIO ERES TU, YO TE HE ENGENDRADO HOY; y otra vez: YO SERE PADRE PARA EL, Y EL SERA HIJO PARA MI? (6) Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y ADORENLE TODOS LOS ANGELES DE DIOS. (7) Y de los ángeles dice: EL QUE HACE A SUS ANGELES, ESPIRITUS, Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO. Pero del Hijo dice: TU TRONO, OH DIOS, ES POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, Y CETRO DE EQUIDAD ES EL CETRO DE TU REINO. (9) HAS AMADO LA JUSTICIA Y ABORRECIDO LA INIQUIDAD; POR LO CUAL DIOS, TU DIOS, TE HA UNGIDO CON OLEO DE ALEGRIA MAS QUE A TUS COMPAÑEROS. (10) Y: TU, SEÑOR, EN EL PRINCIPIO PUSISTE LOS CIMIENTOS DE LA TIERRA, Y LOS CIELOS SON OBRA DE TUS MANOS; (11) ELLOS PERECERAN, PERO TU PERMANECES; Y TODOS ELLOS COMO UNA VESTIDURA SE ENVEJECERAN.
Isaías 9:6-7: Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (7) El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.
Hechos 3:19-20: Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, (20) y El envíe a Jesús, el Cristo designado de antemano para vosotros
6_JESUCRISTO EL SEÑOR DE NUESTRAS VIDAS
Debemos reconocer a Jesús como el Señor de nuestras vidas por tres razones fundamentales:
a_Por creación.
Colosenses 1:15-17: Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. (16) Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la Tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. (17) Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen.
b_Por sustentación.
Hebreos 1:2-3: en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. (3) El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas
c_Por redención.
Ya estudiamos que redimir es liberar o rescatar mediante el pago de un precio. En el caso de nuestra redención Jesucristo nos puede redimir con la autoridad de su victoria (el ene-migo no se puede negar a soltar nuestras vidas); y comprándonos con el precio altísimo de la preciosa sangre que derramó en la cruz.
Colosenses 1:13-14: Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, (14) en quien tenemos redención: el perdón de los pecados.
Hebreos 2:14-15: Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, (15) y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.
1ª Pedro 1:18-19: sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, (19) sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.
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