Poema: La Tierra se respeta
La Tierra está viva. La Tierra se respeta.
Cuando quiere, ella avanza.
Crece, muta, despierta, se despereza.
Y es tanta su grandeza que bosteza:
¡Fuego!
Gime; escupe;
rojo y luego negro.
¡Hambre eterna!
Devora todo a su paso.
Ni el mar la amedrenta.
La Tierra está viva. La Tierra se respeta.
Cuando no se respeta, la Tierra se rebela.
¡Cuánta sed de paz y justicia!
¿Puedes oír su rugir?
¿Sentir su voz?
Llamando al Creador, la Tierra espera.
Aguarda impaciente el día de libertad.
Y como la Humanidad no la entienda
su redención llegará
a la final trompeta.
La Tierra tiene vida. No habla, mas quisiera.
Está de parto y clama cambio.
Grita de dolor y de vieja.
Se ahoga por arriba, se envenena por abajo.
Entre el cielo y la piedra,
muy despacio, ella repta.
La factura de nuestras máquinas,
siembras monstruosas
de décadas y décadas,
no quedarán sin pago.
Poco a poco, habrá cosecha.
Que todos los mirlos, los lirios,
los cedros, los ciervos,
los virus, reptiles,
insectos y seres marinos,
moluscos, crustáceos,
bestias y bacterias,
que todo lo verde, lo creado,
lo que respira y se mueve,
vive o da vida,
miren juntos hacia arriba
y sueñen con un mañana
donde cese la violencia.
En Murcia, a 18 de octubre de 2021.
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