Poema: El árbol al final del camino
¿Por qué yaces así,
un árbol solo al final del camino?
¿Fuiste tú quien vio nacer el camino,
o el camino se descubrió un día adornado por tu madera?
Imagino que si alguien te quisiera visitar
lo haría por pena. O por sombra.
O quizás... por simple coincidencia...
Parado a tu vera cualquiera diría:
¿Qué tienes olivo, que la vieja Castilla te dejó
tan miserablemente aislado y,
a la par, tan bien comunicado?
Has visto lustros y oído guerras.
Presenciaste suspiros, romances y miserias.
Tu corteza arropó recuerdos, promesas y trabalenguas.
Herido por el hombre. Prisionero de la tierra.
Con intriga te contemplo y te dedico unas palabras:
¡Ánimo viejo superviviente! ¡Sigue firme!
¡Resiste al estío, la tormenta y el frío!
¿Si te cansas o te secas qué sentido tendría el camino?
¡Qué paisaje tan triste! ¡Qué llanura tan muerta!
¡También tú tienes vida de Dios, y belleza y destino!
Guardián del Silencio... Médico del Recuerdo...
¿Por qué yaces así,
un árbol solo al final del camino?
¿Fuiste tú quien vio nacer el camino,
o el camino se descubrió un día adornado por tu madera?
Imagino que si alguien te quisiera visitar
lo haría por pena. O por sombra.
O quizás... por simple coincidencia...
Parado a tu vera cualquiera diría:
¿Qué tienes olivo, que la vieja Castilla te dejó
tan miserablemente aislado y,
a la par, tan bien comunicado?
Has visto lustros y oído guerras.
Presenciaste suspiros, romances y miserias.
Tu corteza arropó recuerdos, promesas y trabalenguas.
Herido por el hombre. Prisionero de la tierra.
Con intriga te contemplo y te dedico unas palabras:
¡Ánimo viejo superviviente! ¡Sigue firme!
¡Resiste al estío, la tormenta y el frío!
¿Si te cansas o te secas qué sentido tendría el camino?
¡Qué paisaje tan triste! ¡Qué llanura tan muerta!
¡También tú tienes vida de Dios, y belleza y destino!
Guardián del Silencio... Médico del Recuerdo...
¡Aquel árbol al final del camino!
Lo escribí en Castilla La Mancha. Mayo de 2015.
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