¡Nunca como
ahora las mujeres tienen la oportunidad de levantarse con valor y ser esas
mujeres de honor! No permitas que nada ni nadie te rebaje o limite.
Jesús vino en un tiempo muy diferente al nuestro: había cierres culturales y sociales para la mujer, era tratada como poco más que una posesión. En este sentido nuestro Señor Jesucristo fue todo un revolucionario, levantó a la mujer a unos niveles de honra y dignidad nunca antes conocidos.
Después de que su prometido la dejara plantada, Hannah More (1745-1833) se mudó a Londres y se unió a una comunidad anglicana que estaba activa en la reforma social. Profundamente influenciada por el famoso abolicionista William Wilberforce, More comenzó a preocuparse por el bienestar de los mineros pobres y sus familias. Su creciente compasión le llevó a establecer una red de Escuelas Dominicales que llegó a alcanzar hasta veinte mil niños en Inglaterra.
Jesús vino en un tiempo muy diferente al nuestro: había cierres culturales y sociales para la mujer, era tratada como poco más que una posesión. En este sentido nuestro Señor Jesucristo fue todo un revolucionario, levantó a la mujer a unos niveles de honra y dignidad nunca antes conocidos.
¿QUÉ SERÍA
DE LA OBRA DEL SEÑOR Y DEL MUNDO SIN LA APORTACIÓN SENSACIONAL DE LAS MUJERES?
Desde el
momento en que fue liberada del campo de concentración nazi en 1944 hasta que
murió en 1983, Corrie Ten Boom le habló al mundo de un Salvador que
podía perdonar al más cruel de los nazis. Su testimonio de perdón, relatado en
el libro Hiding Place (El Escondite), se convirtió en un éxito de librería y en
una aclamada película. Pudo hablar en más de sesenta países. Antes de morir,
con noventa y un años, estableció varios centros de rehabilitación para
víctimas del Holocausto.
La profetisa
alemana Hildegarda (1098-1179) rompió con las tradiciones medievales de
su tiempo al ejercer como portavoz de Dios a los líderes europeos, tanto en el
gobierno como en la iglesia. Dijo haber tenido varias visiones de Cristo y
registró mensajes de él en su libro más famoso, Conozca los Caminos del Señor.
También escribió setenta populares himnos y es autora de la primera obra de
moralidad que se conoce. A los sesenta años comenzó un ministerio itinerante de
predicación a caballo, viajando tan lejos como a Francia.
Catalina de
Siena (1347-1380) fue una
valiente profetisa que se enfrentó al orgullo y la avaricia entre el clero
muchos años antes de que Martín Lutero colocara sus tesis. Predicó
abiertamente, en ocasiones ante grupos de más de mil personas, en medio de una
sociedad que desaprobaba que una mujer diera cualquier discurso en público. En
sus escritos dice que Dios le aseguró que Dios le había llamado a predicar.Después de que su prometido la dejara plantada, Hannah More (1745-1833) se mudó a Londres y se unió a una comunidad anglicana que estaba activa en la reforma social. Profundamente influenciada por el famoso abolicionista William Wilberforce, More comenzó a preocuparse por el bienestar de los mineros pobres y sus familias. Su creciente compasión le llevó a establecer una red de Escuelas Dominicales que llegó a alcanzar hasta veinte mil niños en Inglaterra.
Lottie Moon (1840-1915) entregó su vida al trabajo
misionero en China y fue una mujer adelantada a su tiempo, que criticó el
sexismo en la obra misionera y no se conformó con enseñar a los niños chinos.
Algunas
personas le dijeron a María Slessor (1848-1915) que no tenía nada que
hacer como misionera en África. Pero esta pelirroja escocesa desafió a la
enfermedad y al peligro para plantar iglesias entre las tribus caníbales.
Enriqueta Mears (1890-1963) se convirtió en directora
de educación cristiana en Hollywood, California. La Escuela Dominical aumentó
de 450 a 4000 niños en menos de tres años. Además de numerosas publicaciones
para proveer material de enseñanza a niños fue la instructora de tres jóvenes
que más tarde segarían grandes cosechas espirituales: Bill Bright, fundador de
Campus Crusades para Cristo; Richard Halverson, capellán del Senado de los
Estados Unidos; y el evangelista Billy Graham. Los millones de personas que han
encontrado a Jesús como su Salvador a través del ministerio de estos hombres le
deben mucho a una mujer llamada Enriqueta Mears.
Resulta muy
interesante que los ejemplos anteriores son la demostración de que una mujer no
necesita casarse y tener hijos para realizarse y servir plenamente al Señor,
pues todas ellas eran mujeres solteras. Algo que culturalmente y según la
tradición eclesiástica estaba muy mal considerado.
PODRÍAMOS
SEGUIR CON MILLONES DE EJEMPLOS
Harriet
Beecher (1811-1896)
escribió la Cabaña del Tío Tom, libro que impulsó el movimiento abolicionista. Clara
Barton (1821-1912) fundadora de la Cruz Roja Americana. Alicia Evans
(1881-1975) promotora de la pasteurización de la leche en Estados Unidos por
sus investigaciones científicas, salvando así la vida de millones de niños. Rachael
Carson (1907-1964) detuvo el uso del mortal pesticida conocido como DDT y
fue quien inició el movimiento de la ecología moderna. Virginia Apgar
(1909-1974) convenció a los obstetras que debían enfocarse más en los infantes
durante el proceso del parto y creó la Escala Apgar para medir la salud de los
bebés.
Madam Curie,
Radnitz Cori, Florence Seibert, Gertrude Elian son otras científicas ilustres.
¿Qué decir de Catherine
Booth? cofundadora del Ejército de Salvación. O de las evangelistas Febe
Palmer o María Woodworth-Etter ganadoras de miles de almas para Cristo en
EE.UU.
¿Podría el
mundo sobrevivir con las mujeres impedidas para desarrollarse en los diferentes
campos? Seguro que no.
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