Esta predicación es de uno de los momentos más duros en nuestro ministerio. Fernando Vergara, mi pastor y el fundador de APR, acababa de partir a la Presencia del Señor. Ahora nos llegaba el momento de continuar al frente de la obra. Pero este cambio generacional no es un borrón y cuenta nueva.
Es continuar con el mismo ministerio, aunque tengamos una gracia diferente, pero con la esencia de lo que es vivir el Reino en la Tierra y ser una iglesia que quiere agradar a Dios, darle la gloria y hacer su voluntad. En definitiva, era el tiempo de tomar el legado espiritual de una generación y, dignos de ese manto, llevar el propósito de Dios más lejos y más alto. Una palabra muy reveladora para entender qué significa ser hijos espirituales dignos del legado.
Es continuar con el mismo ministerio, aunque tengamos una gracia diferente, pero con la esencia de lo que es vivir el Reino en la Tierra y ser una iglesia que quiere agradar a Dios, darle la gloria y hacer su voluntad. En definitiva, era el tiempo de tomar el legado espiritual de una generación y, dignos de ese manto, llevar el propósito de Dios más lejos y más alto. Una palabra muy reveladora para entender qué significa ser hijos espirituales dignos del legado.
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