
Poema: Un encuentro con Jesús lo cambia todo No conozco mejor remedio para los males que aquejan al mundo que un encuentro bien sincero con la faz del Nazareno. Hace al débil un valiente, al borracho y mujeriego, un tenaz trabajador y un marido sobrio y tierno. Un encuentro con Jesús, pasar tiempo con su voz, descansar en su regazo y escuchar su fiel consejo son medicina del alma y salud a nuestro cuerpo. ¡Que bendita gracia! ¡Cuánta abundancia de amor! ¡Fuerzas, paz y solaz! ¡Que derroche de luz! Vengan depresivos, haraganes, indecisos y truhanes, pecadores del globo azul, medrosos, maniáticos, cautivos, nostálgicos, confusos, histriónicos, enfermos, lunáticos a los brazos siempre abiertos del que murió en el madero. ¡Vengan sin miedo ni duda (pues ya no está en una tumba) al Cristo del gran remedio! ...